domingo, 15 de diciembre de 2013

Pensando Pensando...

El otro día publiqué en Facebook una noticia; en ella, una enfermera revelaba las cinco cosas de las que se solían arrepentir las personas en su lecho de muerte. Uno de mis contactos en Facebook, y autora del blog "La transición de los 40", me comentó en ella, diciendo que más bien cumplía pocas, por no decir ninguna (bueno, ella decía ninguna, pero no me lo creo del todo jajaja), y eso me hizo pensar; pensar en que yo tampoco es que las reúna, al menos tal cual están expresadas en el artículo:

1. "Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mi"; bueno, esta primera de momento la voy cumpliendo; tuve la suerte de poder practicar el deporte que me gustaba, estudiar la carrera que quería, acabar donde pretendía y recibir el apoyo de los míos... Al menos de momento.

2. "Ojalá no hubiera trabajado tan duro"; a ver, siendo sincera, creo que no tengo todavía capacidad suficiente como para decir algo al respecto, pero si contamos los 6 años de carrera como trabajo, no me arrepiento para nada del tiempo invertido en ella; es más, me arrepiento de no haberle dedicado algo más de tiempo; y en cuanto al trabajo que tengo ahora, pues de momento estoy en lo que me gusta, por lo que no puedo decir que sea un sacrificio para mí; supongo que lo importante es que te guste lo que haces, y entonces ya no lo ves tanto como un trabajo... pero tampoco puedo decir mucho más porque, como ya he dicho, mi experiencia en este campo es más bien nula jeje

3. "Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos"; bueno, ahí estoy completamente de acuerdo con lo que me comentó esta chica, y que tiene que ver con el cuarto punto; expresar de más los sentimientos es malo, o al menos yo he llegado a esa conclusión; a veces es mejor estar calladito, pero también tiene su parte buena, y es que te das cuenta de quién merece realmente la pena y quién no.

4. "Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos"... Si los tuviera, y es que gracias al tercer punto, he perdido unos cuantos; aunque ya me han demostrado con creces que amigos, lo que se dice amigos... no eran, y los pocos que tengo, aunque nos cueste, pues vamos quedando de vez en cuando para ponernos al día jeje .

5. "Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz"; aquí entrará en juego mi madre, ya que ella dirá que soy una pesimista de pura cepa, pero dejando al margen mis días negros, que suelen ser muuuuy negros, tengo mis momentos de felicidad explosiva, especialmente cuando miro hacia atrás y al presente, porque si miro al futuro sí que lo veo todo más negro que la pez, pero bueno jajaja, puedo decir que. al menos de momento, soy una persona feliz.

Y esto es así, lees estas cosas y te quedas pensando, que no tienes tantos amigos como pensabas (bueno, en realidad yo nunca pensé que los tuviera) y que eso, al final, puede ser importante; aunque yo creo que lo más importante es que, cuando a cada uno le llegue su hora, pueda mirar atrás y esté satisfecho de lo que hizo, de las decisiones que tomó y de cómo las llevó a cabo, independientemente de cuántos amigos tengas, pues los que van a estar al final, van a ser los tuyos, y alguna que otra persona más, pero van a ser pocas... muy pocas...